jueves, 12 de febrero de 2009

ETAPAS DE LA VIDA

En cada ciclo de nuestro crecimiento nos ponemos a prueba: sobretodo, en asumirlos como van llegando y en aprender a superar los escollos que encontramos en el camino; educamos a nuestros hijos para que después ellos eduquen a sus propios hijos, en una marcha que continúa siempre para adelante. No sé cuántas son, ni cómo se cuentan las etapas de nuestras vidas.
La primera se da cuando nacemos. Y una vez en el mundo, surgen con nosotros el dolor, la alegría y el cariño hacia nuestros padres, que nos brindan todo lo mejor de ellos y a la vez, desean y esperan nuestro mayor beneficio. A medida que vamos creciendo y entendiendo, procuramos retribuirles todo lo que nos han dado.
Cuando pasamos de la infancia a la niñez, nos apoyamos mucho en ese cariño, y quizás, cada vez queremos más. Pero al hacernos mayores y comenzar a asumir obligaciones, muchas veces no entendemos que nuestros seres queridos quieren para nosotros el mayor bienestar en la vida, y nos parece que exigen demasiado. Entonces, solemos no cumplir con los deberes, y cuando sí lo hacemos, creemos que les estamos haciendo más el favor a ellos, que a nosotros mismos. Esta actitud indica que todavía tenemos una falta de madurez, en esta primera etapa que yo llamaría la primer etapa del ser, hasta los veinte años.
La segunda etapa, se produce de los veinticinco años en adelante, y empieza a sucedernos a nosotros lo mismo que a nuestros padres, a esa edad, casi toda persona ya piensa en su mañana, por lo tanto trata de asumir con responsabilidad sus actos de hoy. Los nuevos valores pasan por: querer ser útil al mundo y a la sociedad, tener su propia responsabilidad en la vida, formar un hogar, tener hijos y dándoles el mismo cariño y exigencias para que caminen firmes por la vida. Y así llegar a su madurez, después de los cincuenta años y algo más. Para mí, esa es la segunda etapa de la vida.
Luego llega la tercera etapa, que se da de los sesenta en adelante, en la que nosotros ya somos los abuelos de la primer generación, y estamos un poco afuera de poder adaptarnos a la gran evolución que nos ha dado el mundo.
Ahora perdemos nuestra opinión en muchas cosas y aspectos, pero sí debemos dar gracias a Dios que en esta etapa, nuestros hijos se convierten en nuestros padres y nosotros en sus hijos. Nos miman, nos cuidan y nos desean lo mejor que la edad nos puede dar.
Eso significa no dejarnos estar, no dar trabajo a nuestros hijos, ni robarles tiempo. Porque ellos ahora están pasando por la segunda etapa que es hacer su propia vida y ocuparse de criar y educar sus hijos para el futuro.
Espero que esto haga reflexionar a la gente y se de cuenta de lo dura que es la vida porque hoy en día hay muchos adelantos y muchas cosas que antes no había. Y me preguntó yo ¿ Cómo pasarían la juventud nuestros abuelos y nuestros antepasados en la época que vivían y en las condiciones que tenían?¿ Cuántas fátigas habrán pasado por conseguir tener algo hoy en día? y muchas más cuestiones que se me pasan por la cabeza...., pero vamos sólo me quiero referir a la juventud de hoy en día que nos quejamos por todo pero tendríamos que ponernos en la situacíon de nuestros abuelos para poder quejarnos de verdad y con motivos.

3 comentarios:

Costero_Prendio dijo...

Buena entrada. Ojala la etapa en la que yo me encuentro ahora no acabe nunca.

TQ fea.

quijote dijo...

discrepo contigo en algunas cosas, la sociedad camina deprisa; hace unos años leí que un cambio generacional se producía cada 15 años, pero éste se va acortando cada vez más; por éste cambio, no se puede hablar tan general, y hasta el paso de la infancia a la niñez bien, pero de ahí en adelante, lo que venga es impredecible.

por otro lado, si que es cierto que nuestros abuelos lo tuvieron más difícil -hoy el problema es: tengo internte, no me funciona la wii y cosas similares-.

saludos

Vanessa dijo...

Buenas noches quijote, la verdad que eso del internet y demás es cierto, pero en parte la sociedad en la que vivimos hace que la juventud y la gente en general cada día sea más egoísta y menos responsable en todos los aspectos de la vida y es una lástima porque ya no hay vida sana, pero es algo con lo que tenemos que vivir.

P.D: Gracias por visitar mi blog. Saludos